Iniciamos el año lectivo 2015. Nuestro propósito es resaltar a través de los
diferentes géneros literarios, los valores Lincolnianos de respeto, honestidad,
libertad, justicia, responsabilidad, solidaridad y liderazgo. Disfrutaremos de
la lectura y la escritura como herramientas para construir paso a paso una cultura en la
educación para el ser, el hacer, el conocer y el convivir y cada día poder transformarnos en mejores
humanos en mejores entornos.
Para este propósito convocamos la alegría como uno de los grandes poderes
del héroe.
¿Por qué la alegría?
Una de las emociones básicas del ser humano, junto con el miedo, la ira, la tristeza y la sorpresa es la alegría.
Corresponde a un estado de ánimo agradable y vivo, fresco y luminoso, generador de bienestar general, que produce altos niveles de energía y una disposición a la acción constructiva. Es un estado de ánimo que generalmente se manifiesta con signos externos por lo que puede ser percibido por otras personas, ya que quien experimenta alegría, la revela en su apariencia, lenguaje, decisiones y actos.
Hay expertos que distinguen entre la alegría pasajera, fruto de un encuentro con un amigo o un chiste, y la alegría como instalación vital, que es una tendencia creada en la persona a percibir preponderantemente la parte positiva de la vida.
Esta alegría como instalación vital es la que como padres y educadores debemos avivar en los niños.
La literatura y el arte teatral constituyen una fuente de placer y de aligeramiento para fomentarla y estimularla.
“La alegría y el amor son dos alas para las grandes acciones.”
Goethe
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