El recibir y el dar están unidos de una forma mágica
y coherente. Esta dinámica permite establecer un equilibrio emocional en las
diferentes relaciones afectivas que se desarrollan desde la infancia. No se
puede dar lo que no se tiene, se da lo que se puede dar y entre más se recibe
más se puede dar. No es simplemente un juego de palabras, en realidad
corresponde a uno de los órdenes del amor. En la literatura infantil se identifica
en diferentes personajes esta acción. Un claro ejemplo podría ser la obra de
Oscar Wilde, El gigante egoísta, quién puede dar amor a los niños, solamente
cuando lo descubre en su corazón.
En el Club de lectura se está desarrollando un
proceso literario que permite fortalecer en los pequeños las acciones de
recibir y dar las gracias, entender este valor y poder dar desde el corazón lo
que han recibido.
El tiempo de Acción de gracias y la Navidad,
enmarcan las historias que estamos leyendo. Nuestra invitación es propiciar
espacios familiares para ejemplificar y vivir la importancia de ser agradecidos
y ayudar a quien lo necesite. Los pequeños lo grabarán en sus corazones.
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