martes, 23 de noviembre de 2010

Cuentos ecológicos: El nacimiento de las tortugas

Cuentos para dormir es un proyecto que une la narrativa y los valores de una forma sencilla, amena e ingeniosa. Su creador, escritor y editor es el español Pedro Pablo Sacristan. 
Toda esta aventura comenzó al ser papá. Para dormir a sus hijos y acompañarlos en la noche, inventaba cuentos. Lo disfrutó tanto que sin darse cuenta como y a qué hora, esto se convirtió en una gran pasión, la cual, para nuestra fortuna comparte ahora a través de la Web.
Los niños escuchan estas historias, especialmente las ecológicas, escogidas  para los guardianes de la tierra. Una de ellas ha sido El nacimiento de las tortugas, bellamente ilustrada por los niños, otras, las encuentran en la agenda escolar y por supuesto, ahora los invitamos a ingresar a esta maravillosa página en la cual encontrará diversos recursos y consejos para padres.
EL NACIMIENTO DE LAS TORTUGAS


Amanda estaba emocionadísima. Habían tenido que esperar muchos días, pero por fin, aquella noche nacerían las tortuguitas en la playa ¡y su papá le iba a llevar a verlas!
Se levantaron cuando aún era de noche, tomaron las linternas, y fueron a la playa con mucho cuidado. Su padre le había hecho prometer que respetaría a las tortugas bebé, y que no haría ruido y obedecería al momento, y ella estaba dispuesta casi a cumplir cualquier cosa con tal de poder ver cómo nacían las tortugas.
No sabía muy bien cómo sería aquello, pero había oído a su hermano mayor, que las tortugas nacían en la playa a pocos metros del agua, y luego corrían hacia el mar; y todo eso le pareció muy emocionante.
Agazapados y sin hacer ruido, sólo con la pequeña luz de una linterna muy suave, estuvieron esperando. Amanda miraba a todas partes, esperando ver a la tortuga mamá, y casi se pierde la aparición de la primera tortuguita. ¡Era tan chiquitina! Se movía muy torpemente, se notaba que era un bebé, pero sin esperar ni a sus hermanos ni a la tortuga mamá comenzó a correr hacia el mar. Enseguida aparecieron más y más tortuguitas, y todas comenzaron a correr hacia la orilla.
Ellos seguían escondidos y quietos, observando el bello espectáculo de aquella carrera loca. Pero enseguida ocurrió algo que a Amanda le pareció horrible: llegaron algunas gaviotas y otras aves, y comenzaron a comerse algunas de las tortuguitas. Amanda seguía buscando por todas partes para ver si aparecía el papá tortuga y les daba una buena zurra a aquellos pajarracos, pero no apareció por ningún sitio. La niña siguió observando todo con una lagrimita en los ojos, y cuando por fin las primeras tortuguitas llegaron al agua y se pusieron a salvo de los pájaros, dio un gritito de alegría.
Aunque los pájaros comieron bastantes tortuguitas, finalmente otras muchas consiguieron llegar a la orilla, lo que hizo muy feliz a Amanda.
Cuando volvían a casa, su papá, que había visto la lagrimita de Amanda, le explicó que las tortugas nacían así; mamá tortuga ponía muchos huevos, escondiéndolos en la arena, y luego se marchaba; y cuando nacían las tortuguitas debían tratar de llegar a la orilla por sus propios medios. Por eso nacían tantas, porque muchas se las comían otros animales, y no sólo en la arena, sino también en el agua. Y le explicó que las pocas que conseguían ser mayores, luego vivían muchísimos años.
Amanda se alegró mucho de aprender tanto sobre las tortugas, pero mientras volvía a casa, sólo podía pensar en lo contenta que estaba de tener una familia, y de que sus papás y sus hermanos la hubieran ayudado y cuidado tanto desde pequeñita.

Autor Pedro Pablo Sacristán






1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tus cuentos y poemas.
Qué chevere es leer.

Tomás Chapetón